Hasta la vista Rosa

Se acabó.  Al final la decepción y el desánimo han podido, y he llegado a la conclusión, al igual que muchos compañeros, que éste no es el partido que nos prometieron.  Esta no es la opción que regenerará la democracia en España, ni tampoco la que devuelva la ilusión a millones de españoles. Es simplemente, más de lo mismo.

La teoría está muy bien, que si regeneración democrática, que si separación de poderes, que si devolución de competencias al estado, etc, etc, etc,  pero la realidad es otra muy distinta.  La realidad no es ni más ni menos que el éxodo de un gran número de valiosos compañeros de muchos puntos distintos de España.  La teoría fue el manifiesto fundacional, la práctica fue el hecho de no sólo acallar las voces críticas, sino el de también llamar batasunos a quienes en lugar de aplaudir a rabiar decidían votar en contra.  La teoría fue un partido sólido, compacto y libre de malintencionados e interesados críticos.  La realidad fue la disolución de aquellos comités donde los tóxicos herejes eran aún mayoría y la imposición a dedo (eso si, dedo totalmente inocente y democrático) de delegados provinciales, que en algún caso, ni siquieran habían sido elegidos delegados por sus propios compañeros de partido, aunque asistiese al congreso como miembro de la organización (quizá este sea ahora el premio por los servicios ecuánimes y democráticos prestados en el congreso).

La realidad es que, personalmente, aunque siga creyendo en el manifiesto fundacional a pies juntillas, no creo en aquellas personas que dirigen los destinos de este proyecto, muchos de los cuales no representan a los afiliados, ya que no han sido elegidos por ellos, si no que han sido impuestos por la dirección del partido.  No creo equivocarme si afirmo que de cada cien veces que se realizase el congreso del mes de noviembre, cien veces habría salido elegido el equipo encabezado por Rosa Díez; el problema para mi gusto, viene de las formas en como se dio esa victoria.  Si se hubiera informado correctamente a los afiliados sobre aspectos como el censo electoral, las cuentas del partido, las alternartivas existentes, y si se hubiese facilitado la comunicación entre los afiliados, creo sinceramente que Rosa Díez habría salido elegida por unanimidad y seguramente sin que se hubiese presentado ninguna candidatura alternativa.  Jamás entenderé porqué no se quisieron hacer las cosas bien, si tenían la victoria asegurada.

Personalmente, y para terminar he de decir, que no me apetece seguir manteniendo en la poltrona de UPyD a una serie de personajillos sin oficio ni beneficio, que no representan otra opción diferente de las que por desgracia ya tenemos en nuestro país.

Una vez dicho esto, quiero confirmar que desde el día de ayer, UPyD ya no cuenta con mis 20 euros mensuales, dinero que a partir de ahora dedicaré sin lugar a dudas a causas mejores. 

Benito Gómez Ogando

Ex afiliado UPyDPontevedra,