Las encuestas publicadas últimamente por los medios de comunicación, que dan la victoria en unas Elecciones Generales al Partido Popular de Mariano Rajoy, arrojan, además, otro resultado: un notable ascenso de la formación magenta que lidera Rosa Díez. Si es que UPyD llega a las próximas Elecciones Generales, que la cosa no está nada clara. Y es que UPyD podría ser un partido en proceso de descomposición. Muerto a causa de las ambiciones desmedidas de unos pocos, el afán de protagonismo de otros, la vacuidad intelectual de su programa y algunas actuaciones demagógicas, véase el viaje de Rosa Díez a casa de Aminatu Haidar, que han alertado a la ciudadanía que de tonta no tiene un pelo y se huele el populismo a kilómetros.
Confían desde la dirección en poder embridar a la militancia de aquí a 2012. Y en el apoyo de un periódico y un grupo de comunicación de corte liberal. Dan por descontado que este año, pese a haber elecciones catalanas, serán año en blanco magenta. El objetivo, parece, evitar que Ciudadanos vuelva a tener presencia en el Parlamento catalán. Aunque eso suponga que dicho parlamento pase a ser monocolor en cuanto a nacionalismo. Luego llegarán el resto de autonómicas y algunos creen que UPyD podría llegar a ser decisivo en comunidades gobernadas por el Partido Popular. Son quienes sostienen que la formación magenta se nutre de votos del centro-derecha. Craso error en mi opinión.
A la marcha meses atrás de Mikel Buesa, seguida por cientos de militantes, se sumó un polémico Congreso Nacional con dos candidaturas. La ganadora del mismo, Rosa Díez, ni un mínimo amago de integración o consenso, acaba de abrir expediente informativo a su rival, Valia Merino. Todo ello con el congreso madrileño de la formación política a las puertas. No sorprende que Valia Merino califique en la prensa a UPyD de “chiringuito en el que hemos caído como bobos”. En Cataluña la dirección de UPyD decidió fichar, sin consultárselo a la militancia, a Antonio Robles, quien fuera diputado de Ciudadanos. Y con ello ha provocado una verdadera estampida. Llegó Robles, se fue UPyD. Juan Perán, hasta hace nada responsable del UPyD catalán, acusa en un comunicado a UPyD de ser una “gran desilusión para cientos de militantes” y a la dirección de “no permitir el ejercicio de democracia interna”.
En Galicia las cosas no pintan mucho mejor. Todo el comité de Lugo ha abandonado el partido. En Fuengirola el comité ha desaparecido. En Murcia, uno de los lugares en donde UPyD había sacada resultados notables, los de Gorriarán los han echado a todos con cajas destempladas en plenas Navidades. En Coín no queda nadie. Andalucía, sencillamente, no es magenta. En Alhaurín de la Torre andan a tortas. Al sindicalista-portavoz de UPyD de Salamanca lo han expedientado. Por pasarse de listo, me cuentan. En Soria sólo quedan Álvaro de Marichalar y algún despistado más. En Asturias hay dos candidaturas al congreso regional.
Así está el panorama. Sí, UPyD está muerto y Rosa Díez no lo sabe
Fuente: Diario Siglo XXI
1 comentarios:
A mi, UPyD me decepcionó hace bastante tiempo.
No tenía intención de votarles, puesto que yo ya tengo un partido que, por regla general, recoge mis inquietudes (IU).
En ese sentido me alegré de ver un partido moderado, conservador en algunas cosas, pero que a la vez defendia muchas de las cosas que otros reclamamos.
Parecia que por fin había un partido consevador a un estilo mas europeo, menos ultramontano.
Y luego empiezo a ver sus indefiniciones en un tema que me afecta personalmente, el matrimonio gay.
Primero a favor, luego resulta que la señora Diez confiesa que ella le habria cambiado el nombre (traduccion, crear un contrato civil bastante inferior al matrimonio), luego llega Savater y se luce con un artículo en que primero intenta dejar claro que no tiene los prejuicios de tipo religioso que ostentan otros partidos, para luego recitar punto por punto sus mismos pseudoargumentos en contra de la adopción.
Y luego llega el tema de Lituania y el europarlamento con la actuacion del señor Sosa-Wagner, que primero aducia que se abstuvo al votar en contra de la ley homofoba porque no conocia todo el programa y preferia no opinar, y luego resultó que no fue por eso sino que se habia equivocado de botón y en teoria rectificó el voto a pesar de que tal rectificación no consta en el acta de rectificaciones, mas las apariciones en la web de UPyD y otras de su entorno, de artículos defendiendo al homófobo juez Ferrín Calamita, sin que luego ninguna declaración de lider alguno desautorice tales artículos, amparándose al parecer en que son un partido que permite variedad de opiniones.
Curiosamente yo no he visto tal variedad de opiniones en ningún otro tema.
Así que no puedo evitar pensar que son un partido que no quiere la igualdad real. Que son un partido que, sin llegar a las posturas ultramontanas del PP, se contenta con tirarnos un hueso en forma de algún tipo de ley apartheid estilo "contrato social" (que es lo que ahora propone Rajoy, curiosamente).
Por tanto, para mí, UPyD es mas de lo mismo. Y es una pena.
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