¿NECESITAMOS UNA NUEVA CLASE POLITICA?

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¿NECESITAMOS UNA NUEVA CLASE POLITICA?

Recuerdo los ilusionantes años de la transición cuando apenas era un estudiante en Madrid, en los que creía vivir tiempos históricos. Militaba en uno de los partidos que, posteriormente, iba a fundirse en la UCD.
Discutíamos acaloradamente sobre el contenido del proyecto de Constitución, que al poco se refrendó por una mayoría de españoles que confiaban en esa nueva clase política, y los no tan nuevos. Sí que eran personajes, unos históricos y controvertidos., y otros, brillantes. A los nacionalistas se les creyó cuando aseguraron que serían leales al proyecto común de refundación de la nación más antigua de Europa. Pero, una vez más, nos mintieron y traicionaron.
Con el paso de estos más de treinta años, podemos hacer, cada uno individualmente, un balance de este periodo y de la gestión de la clase política española, o quizás, anti-española.
¿Cual es mi balance personal?
Respecto a la ciudadanía: Hemos avanzado como país, como siempre con el trabajo de todos nosotros, No nos han regalado nada. Ni siquiera la UE con sus fondos FEDER, ha logrado compensar las pérdidas que supuso a medio y largo plazo el precio que el gobierno socialista de Felipe González pagó, sin consultar con nadie, al desmantelar la industria pesada española. Así, nos convirtió, sin remedio, durante muchos años, en una economía simplemente de servicios o, mejor dicho, en el lugar de vacaciones de los europeos de primera categoría. Nos convirtió en los “camareros de Europa”. ¡Que mal se negoció aquello!.
Respecto a los políticos, si bién en los años setenta los había de alto listón intelectual y profesional, esta situación ha ido deteriorándose con el paso de los años, y sobre todo en estos últimos, llegando a sufrir un nivel paupérrimo, empezando por el actual presidente del gobierno, siguiendo con sus ministros/as y terminando con el resto, incluida, por supuesto, la oposición, si es que se la puede llamar así. Pero, paralelamente, observamos un enriquecimiento general de esta casta que, como se ha comprobado, trabaja solo un poco, pero este poco, lo hacen a través de la política para su provecho personal, y económico.
Desde luego, bajo una mirada retrospectiva, podemos ver que nos han robado aquéllas ilusiones que teníamos hace treinta años, nos han robado nuestra democracia, de muchas maneras, entre ellas, la dependencia política del Poder Judicial y, qué decir del mal llamado Tribunal Constitucional, nos han robado la educación de calidad que teníamos, nos han robado, en gran medida, la información independiente, nos han robado y malgastado nuestro dinero, éste en ingentes cantidades, pero, sobre todo, Nos han robado nuestro orgullo.
Y por encima de todo ¡NOS HAN ROBADO NUESTRA DEMOCRACIA!
Llegando a esta conclusión, los que hemos llegado, nos preguntamos: ¿Necesitamos seguir así hasta convertirnos simplemente en sus esclavos tributarios? No, yo me niego, nos vemos ahora por culpa de ellos, en la obligación de trabajar para solucionar esto. Tenemos que realizar el esfuerzo de sacrificar nuestra profesión, y nuestro tiempo libre y familiar, sobre todo, por las generaciones futuras. Lo han hecho demasiado mal. ¡TENEMOS QUE DESPEDIRLES!

Jorge Pablo Mateu González-Anguiano.
Presidente de Unión Española. UNES.

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