Antonio Robles desembarca en UPyD e inicia su conquista y control// Manuel I. Cabezas

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Acabo de leer en la Web de UPyD la noticia de Belén Piedrafita, titulada “Antonio Robles: ‘Comparto las ideas de Rosa Díez, su ética y su coraje’” (La Voz Libre, 24.12.2009). En dicha noticia se anuncia el desembarco —anunciado, previsto y planificado, en sus más mínimos detalles, según “las buenas lenguas”— de Antonio Robles en UPyD.

Al leer la noticia, me han llamado la atención una serie de cosas, que quiero explicitar, impelido por los dictados de la doctrina de la “honestidad radical”, que trato de aplicar en todos mis comportamientos, tanto lingüísticos como no lingüísticos.


1. Pregunta preliminar: ¿Por qué se ha colgado esta noticia en la web de UPyD ? Sé de buena tinta que análisis y textos —pertinentes, objetivos y en los que se abordaban cuestiones de actualidad que interesan a los ciudadanos de las Españas— sólo han merecido, por decisión sectaria y partidista de los “machos/as alfa” de la cúpula madrileña de UPyD, ir a parar a ese gran amigo de todo buen escritor que es la papelera. Este doble rasero denota que, en UPyD-Madrid, lo que interesa es la imagen, el personalismo, el atraer a los votantes por medio de personajes o personajillos (por ejemplo, Antonio Robles), conocidos mediáticamente, y no un trabajo desde la base, sobre la que se debe fundamentar y construir UPyD. Con “nomenklatura” y sin base, se puede llegar a satisfacer los apetitos personales de ciertos “políticos profesionales”, pero nunca la consecución de los objetivos de UPyD, que debe ser lo único que debe primar e importar.



2. En sus declaraciones, entrecomilladas en la noticia, el Sr. Antonio Robles se muestra como un consumado y profesional “lèche-cul”, ante la cortadora de todo el bacalao en UPyD, Rosa Díez. Su “confianza en Rosa Díez” es lo que le ha motivado y decidido a dar el paso para llamar a la puerta de UPyD, como un humilde “afiliado”, que ha recorrido el camino para ir Canosa (renuncia al escaño y a sus pompas y privilegios, vuelta a la galera de la enseñanza, corta travesía del desierto y poco más). Además, en todas sus declaraciones, se refiere siempre a Rosa Díez, a la que se asocia lingüísticamente utilizando la primera persona del plural de los verbos que utiliza (“podamos, deseamos, no queremos, aunaremos, nos gustaría, abogamos...”). Yo creía, y lo sigo creyendo todavía, que lo importante, en política, es el proyecto y no el vínculo inquebrantable a una persona; en este caso, a Rosa Díez (esto era la regla y lo propio, creo, en el régimen dictatorial anterior). El Sr. Robles se ha olvidado interesadamente de que las personas pasan. Lo único importante es el proyecto; lo único importante es el respeto y la fidelidad, no a la persona de Rosa Díez, sino a los principios, a los valores, a las reglas democráticas, a los objetivos que se ha fijado UPyD. Ya sé que esto le suena al Sr. Antonio Robles a chino, acostumbrado a hacer de su capa un sayo (ya informaré de sus “fazañas”, de su sectarismo, de su autoritarismo, de sus actuaciones discrecionales para llevar siempre el agua a su molino, como dirigente de C’s).




3. Por otro lado, el Sr. Antonio Robles comparte con ella “muchas de sus ideas”, así como “su ética y su coraje”. Nueva identificación de Antonio Robles con la persona de Rosa Díez (sus ideas, su ética y su coraje) y nuevo “lèche-cul”. El Sr. Robles olvida que las ideas que defiende Rosa Díez no son suyas, sino las del proyecto de UPyD, detrás y en el origen del cual hay muchos militantes (entre ellos, también ella), simpatizantes y votantes. Ella es simplemente la portavoz o “vocera”, como se dice en América Latina. Debo precisar que algunas de las ideas del Manifiesto Fundacional, que no es le momento de analizar ahora, han sufrido una metamorfosis tal, en el primer congreso del partido, que no tienen nada que ver con las prístinas. Pero esto no le importa al Sr. Robles. Por lo que respecta a la “ética”, comprendo que el Sr. Robles se identifique con la de Rosa Díez. En efecto, ambos han hecho gala aquí, en Cataluña, del mismo sectarismo, del mismo autoritarismo, de la misma discrecionalidad,... y esto, creo, no es de recibo en partidos (C’s o UPyD) que se proponen como modelos de otra forma de hacer política. Respecto al “coraje”, menos lobos Caperucito, como diría la ministra Bibiana Aído, que ha financiado las nuevas versiones no sexistas de la Tarzana y el Ceniciento. Cada uno en nuestro ecosistema y siendo militantes o simples simpatizantes o votantes de UPyD hemos demostrado tener nuestra dosis de coraje, sin alardear de ello.



4. “En España se necesitan políticos que podamos generar una mínima confianza en lo que decimos y en lo que cumplimos” (sic), se pavonea Antonio Robles. ¡Qué soberbia, la suya! ¡Qué engreimiento, el suyo! ¡Qué forma más descarada de mentir! ¿Cuándo creó confianza, con su verbo, mientras fue el responsable de organización de C’s? Su palabra siempre engendró desconfianza, irritación, confusión, río revuelto,... para sacar siempre ganancia personal, en detrimento del proyecto de C’s. ¿En qué ocasión u ocasiones, el Sr. Robles cumplió con la palabra dada o con el respeto escrupuloso a las decisiones democráticamente tomadas por las Agrupaciones de C’s, siendo él responsable de organización? El que suscribe fue testigo y víctima, en Cerdanyola del Vallès, de su hacer antiestatutario. Y este caso es sólo un botón de una variada y numerosa muestra de casos semejantes. El Sr. Robles ilustra a la perfección aquel refrán castellano según el cual “una cosa es predicar y otra dar trigo”.



5. El Sr. Robles confiesa que sus principios coinciden con los de UPyD. Y entre ellos está el deseo de “regenerar la vida política de los partidos”. La experiencia, en C’s y parece que también en UPyD, ha puesto de manifiesto que, para materializar este principio y dar credibilidad y viabilidad, por lo tanto, a UPyD o a los nuevos partidos que surjan en el futuro, los “políticos profesionales” no tienen nada que hacer o decir. En efecto, éstos han llegado y llegan a las nuevas formaciones políticas con una pesada mochila, henchida con las malas artes y prácticas de su pasada militancia. Por eso, se rigen siempre por cálculos “politiqueros” y por el “cortoplacismo” de las próximas elecciones, dicho con otras palabras por “lo políticamente correcto”. Y así no se puede regenerar nada e impiden que otros lo hagan. Lo que se necesita es savia nueva, “políticamente incorrecta”, bien formada e informada. Ahora bien, en esto, Antonio Robles no tiene nada que ofrecer. ¡Qué lejos estamos de aquellas palabras de Winston Churchill según las cuales “el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar, en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. La muerte de éxito de los nuevos partidos por el éxito personal de ciertos personajillos políticos es el pan nuestro de cada día. Para muestra, un botón: C’s y sus tres mosqueteros (Rivera, Domingo y Robles) que, en vez de ir todos a una como los de Fuenteovejuna, se han dedicado a traficar con las ilusiones y las esperanzas de los ciudadanos y a rentabilizar y capitalizar personalmente sus votos.



6. El Sr. Antonio Robles, al responder a la pregunta si será el cabeza de lista por UPyD en las próximas elecciones catalanas, se comporta como un “político profesional”, al uso, verbalizando “lo políticamente correcto” y, además, mintiendo, como no podía ser de otra forma. En efecto, después de confesar humildemente que “se ha incorporado a UPyD únicamente como afiliado” (¡qué piel de cordero más suave tiene este lobo!), deforma la realidad cuando afirma que “afortunadamente en UPyD los cargos no se apuntan a dedo (sic), sino que se eligen a través de procesos electorales democráticos”. Debemos reconocer que, en UPyD, las listas electorales se confeccionarán gracias a “elecciones primarias”, a las que podrá presentarse cualquier militante. Ahora bien, lo que no ha dicho el Sr. Robles, y por lo tanto está manipulando y mintiendo a los lectores de La Voz Libre, es que los primeros nombres de las lista podrán ser cambiados por el Consejo de Dirección de UPyD (Rosa Díez & Cía.), si no son de su agrado o no son los deseados por ellos. Por lo tanto, en UPyD, para la confección de las listas, habrá democracia directa condicional. Y esto, para mí, no es democracia, ni incluso un sucedáneo de democracia. Por lo tanto, la selección de los candidatos depende de decisiones discrecionales y antidemocráticas, aunque esto esté previsto en los nuevos estatutos de UPyD. Como dejó escrito Plutarco, “no basta con que la mujer del César sea honrada, debe parecerlo”; o como dijo Séneca, “lo que las leyes no prohíben debe prohibirlo la honestidad”. Si los militantes no lo impiden y espero que lo consigamos, el Sr. Robles será cabeza de lista en las próximas elecciones catalanas, elegido a dedo (y no democráticamente) por Rosa Díez.



Manuel I. Cabezas

Seguidor y practicante de la doctrina de la “Honestidad Radical”

Fiesta de la Natividad - 2009

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