La formación Unión Progreso y Democracia, que apareció como un soplo de aire fresco en un panorama político asfixiado por la corrupción, la puerilidad y el alejamiento de la vida de los ciudadanos, de unos partidos que viven su propia realidad, se ha mostrado, desafortunadamente para la sociedad española, como un simple espejismo o una quimera en el mejor de los casos, aunque seguramente, el pequeño circulo de personas, que encabezado por Rosa Diez, se han hecho dueños y señores del partido, siempre tuvo entre sus planes llevar a cabo la gran mentira, el ignominioso fraude que esas siglas representan al día de hoy.
Donde se hablaba de pluralidad, de tolerancia, de laicismo, de participación, de democracia interna, de listas abiertas para elegir a los responsables de partido, de limite de mandatos, de separación de cargos, etc, solo queda una estructura de mando completamente vertical, casi militar, acaudillada por una líder mesiánica egocéntrica, ambiciosa y despiadada, que ha dejado en el camino a la mayoría de los que con su trabajo, su dinero y sus ilusiones, hicieron de UPYD una realidad política. Hoy, el partido de la regeneración democrática, no es más un pudridero de ideas y valores éticos, mandado por un reducido grupo de personas, (no más de 6 o 7 ), que agrupados y sostenidos por una fidelidad casi perruna a la líder, actúa como una guardia pretorina, con la única función de “limpiar” el partido de todas los militantes que resulten “molestos”, o que simplemente, puedan llegar a serlo. De esta forma, cada día se disuelven comités locales, comarcales o provinciales, se vetan a dirigentes, se les expulsa, o se impide, a la poca estructura territorial que queda, desarrollar cualquier tipo de actividad política o tomar ninguna iniciativa en el ámbito de sus competencias, que no sea previamente aprobada por ese aparato, casi policial, instalado de Madrid.
Agustín Vega Cortés
Exmilitante de UPyD
Parece mentira que eso pueda ocurrir, pero desde la dirección nacional que encabeza Rosa Diez, se está ejecutando una verdadera labor de sabotaje interno, con el objetivo de impedir que dentro del partido se pueda desarrollar una minima estructura territorial con capacidad de hacer política en sus respectivos ámbitos, y que de lugar a la aparición de nuevos liderazgos que hagan visible al partido y sus propuestas, sin tener que depender de la omnipresencia de la caudilla. Mientras tanto Rosa Diez, es la única autora de las propuestas concretas del partido, que no son otras que las que ella misma, y sin contar con nadie, se inventa cada día sin otro norte que ir a la contra de lo que propongan los demás partidos. Por eso UPyD no es un partido con una diputada, sino una diputada con un partido a su servicio, sin otro fin que el de garantizarle la continuidad en el cargo. Todo lo demás, no es más que puro atrezzo. Por eso no quiere militantes ni estructura; solo figurantes, pega carteles y palmeros.
El discurso ético y regeracionista que, avalado por algunos intelectuales como Fernando Savater, fue capaz de seducir a una gran cantidad de hombres y mujeres de una gran valía personal, y que nunca habían militado en ningún partido, o lo habían abandonado decepcionados por sus formas de proceder, hoy es un ejercicio de hipocresía y cinismo en manos de aquellos que han secuestrado ese discurso y la siglas, en busca de un pesebre para medrar al calor de la gran vaca sagrada.
La mayoría de los mejores militantes, los más honestos, los más capaces y los más coherentes, ya no están ahí. Se han marchado o han sido obligados a marcharse. Aún quedan algunos que se resisten a aceptar que han sido engañados y que sus esfuerzos solo ha servido para el provecho personal de un grupo de oportunistas y arribistas sin escrúpulos, pero mientras más continúen alimentando la farsa, más los beneficiaran. Las ideas y los valores que alumbraron ese proyecto siguen siendo necesarios y validos, pero no puede ser representado por el partido de Rosa Diez, porque tanto ella como los que le acompañan, personifican el paradigma de todo lo contrario.
Agustín Vega Cortés
Exmilitante de UPyD
1 comentarios:
buen articulo
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