Carta abierta al Consejo de Dirección de UPyD

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Públicamente he pedido a mis amigos, compañeros, vecinos, conciudadanos, …, que depositaran su confianza en nuestro partido, UPyD; lo hice tanto en los momentos en los que fui responsable de organización de Galicia, como actualmente que tan solo soy un afiliado más. 

Públicamente les pedí el voto, tanto como preafiliado en las elecciones generales del 2008 como candidato número tres por Pontevedra en las elecciones gallegas (fui elegido cabeza de lista pero por cuestiones personales renuncié en favor de Andrés Mosquera).

Solicité mi afiliación a UPyD en febrero de 2008. Varias son las razones que motivaron ésta afiliación destacando sobre todas ellas su manifiesto fundacional.  Esa novedad de enterrar izquierdas y derechas para hablar de políticas progresistas o reaccionarias. Ese compromiso de regenerar la democracia.
Ese convencimiento de que las leyes deben ser iguales para todos y todos iguales ante las leyes. 

Esa llamada, casi en grito, a la ciudadanía para convencerles que otra forma de hacer política es posible, que se podía y debía hacer todo lo que estuviera a nuestro alcance para que cuando cualquiera piense en la palabra política lo primero que le venga a la cabeza sea el servicio al ciudadano y no el sin fin de significados despectivos que tiene; ese querer dignificar la clase política; ese apoyar iniciativas por lo que se propone y no por quien lo propone. 

Ese ser revolucionarios “Somos libres, sinceros, altruistas. Decimos siempre la verdad; damos argumentos, intentamos convencer; escuchamos al otro, tenemos disposición a ser convencidos. Nos gusta la política y nos gusta la gente. Nos gusta representarla; no tenemos prisa en ser esto o lo otro: nos interesa hacer cosas , no lo que ponga en nuestra tarjeta. Y todo ..”

UPyD representa todo esto y mucho más. UPyD es un partido necesario, su ideario es necesario, su participación en la vida pública es necesaria, en estos momentos de crisis, todavía más necesario si cabe. 

UPyD tiene que ser, según mi entender, un partido que venda la marca “dignidad” sin que sobre él pueda recaer sospecha alguna. 

Mi admirado Fernando Savater en su discurso en la presentación de candidatos a las elecciones generales del 2008, entre otras muchas genialidades, nos decía:
No hemos venido a caer simpáticos, sino a ser útiles
Es preferible estar en un error que estar permanentemente en la confusión […] si vemos que nos equivocamos, cambiaremos de opinión”. 

¡Cuánta razón tenía! Sin embargo, hoy, esas palabras han caído en el olvido más absoluto.

Por todo lo dicho, por que lo creo, salí a la palestra. Pero claro, mi compromiso con UPyD es puramente político, participo (otra vez mi admirado Savater) en el proyecto, no pertenezco al proyecto y, por supuesto, mantengo mi total autonomía intelectual. 

Ahora, también públicamente digo que la definición de Zapatero dada por Rosa Díez: “Podría ser gallego en el sentido más peyorativo del término”, no tiene nada de simpática ni de útil. Es un estrepitoso error utilizar el gentilicio de más de 2.700.000 personas para definir despectivamente a Zapatero. Digo despectivamente y digo bien ya que “peyorativo” indica una idea desfavorable y, en gallego, es sinónimo de “despectivo”. 

La desafortunada frase pudo quedarse en una simple metedura de pata con una rectificación, con un simple “pido perdón a quien pudiera haberse sentido ofendido”. No pongo en duda la ausencia de mala intención de Rosa al decirla, pero sí constato su evidente incapacidad para disculparse. Es más, pretende que casi 3 millones de personas se lo tomen con sentido del humor. Puedo asegurar que no ha tenido ninguna gracia. Esto ha molestado y/o indignado a mi madre, a mis hermanos, a mis amigos, a mis compañeros de trabajo, a la mayoría de mis conciudadanos y, por supuesto, a mi también. 

Lo peor vino cuando se intentó arreglar. Según “EL País”, como aclaración, Manuel Rodríguez en respuesta a las preguntas planteadas en la web del partido dice que “ofenderse por esto es una muestra de intolerancia, complejo de inferioridad o perturbación nacionalista”. 

No me gusta que a Zapatero (nuestro presidente nos guste o no) se le defina despectivamente y mucho menos utilizando "gallego". No me gusta que a los gallegos se nos compare con Zapatero. ¿Soy intolerante por esto? No es algo que me hayan achacado nunca, más bien peco de lo contrario.
De nacionalista tengo lo mismo que de almeja. El insulto se lo pudo ahorrar, tengo amigos y familiares nacionalistas y lo que les caracteriza no es precisamente el estar perturbados.
Ya sólo queda el complejo de inferioridad. Supongo que Manuel Rodríguez lo tendrá clínicamente contrastado. Me comprometo a visitar al psiquiatra para corregir esta gran tara. Aunque me parece, y perdón por la inmodestia, que de autoestima estoy bien servido. En cualquier caso que lo aclare un profesional no vaya a ser que tenga un problema y lo desconozca. 

Y ya, para rematarla, el blog de Carlos Martinez Gorriarán. No se anda con rodeos y deja claro que Galicia está atontada. Por cierto, decirle al compañero Carlos, siempre preocupado por cuestiones verdaderamente importantes como el ataque a Roberto Blanco Valdés que puede ver mi condena al atentado, publicado en la web autonómica o en mi blog “Delirios”. Supongo que la mezcla de asuntos sería para despistar.

Sobre la insistencia de comparar “sentido más peyorativo del término” con “tópicos de todo tipo” me parece un insulto a la inteligencia. Si la frase hubiera sido “Zapatero encaja perfectamente con el tópico de gallego” no estaríamos discutiendo sobre nada de esto.

Los gallegos, pues, somos semejantes a Zapatero en lo despectivo del término; carecemos de sentido del humor lo que nos vuelve intolerantes, acomplejados o perturbados nacionalistas; y, por supuesto, estamos atontados. Parece que algunos de nuestros dirigentes están convencidos de que el fuego se apaga con leña.

La cuestión es que todo este asunto, que no debería haber pasado de anécdota, por esa falta de capacidad para reconocer el error y disculparse, a modo de “como vamos a rectificar si nunca nos equivocamos”, le ha hecho mucho daño a la imagen del partido. 

Pongámosle números. Busquemos “Rosa Díez” en Google y obtendremos 2.200.000 entradas. No está mal para toda una vida dedicada a la política (zapatero sólo tiene 300.000 más) . Busquemos “UPyD”, 946.000 entradas, bien, tenemos dos añitos. Busquemos “Rosa Diez gallego peyorativo” y … 51.600 entradas. Dense un paseo por Facebook, por tuenti, por ...
Esta metedura de pata ha dañado muy gravemente la imagen del partido. Se que alguno de mis (ex) compañeros me dicen que vivo fuera de la realidad al tener el convencimiento de que UPyD pertenece a sus afiliados y que “sea el partido de Rosa Díez” se refiere a su participación en el mismo y no a su posesión. Es lo que creo y, si contra todo tengo razón, en breve se confirmará. ¿O no?
Por todo esto considero que las declaraciones de Rosa en la entrevista que le realizó Iñaki Gabilondo en CNN+ dañan gravemente la imagen del partido e infringen los principios recogidos en el Código de Buenas prácticas de los estatutos. Además de quedar totalmente desacreditada ante todos los gallegos, los de aquí y los de fuera. 

A Rosa le pido pues, que presente su dimisión como portavoz.

Al Consejo de Dirección a que tome las medidas oportunas. Si el CD coincide conmigo en lo que pido culminará en la apertura de un expediente, y si no coincide (por como lo pido), también.

Augusto Obenza Suárez
Afiliado 005643

3 comentarios:

ansiadalibertad dijo...

Hola a todos, soy Carlos Fdez. Ocón militante de UPyD en baleares. Estando de acuerdo en casi todo lo que decís aquí (ver mis cartas a R10 http://decarlosfernndez.blogspot.com/), me apena que os retiréis tan pronto. Todo tiene demasiada trascendencia para no darle una 2ª oportunidad al partido. Un abrazo

Pedro Larrauri dijo...

Muchos gallegos entendemos que Rosa Díez no utilizó el término gallego como descalificación. Lo que realmente utilizó es “el sentido más peyorativo de la palabra gallego”, lo que es muy distinto. Si yo pienso que ser nazi es malo, y critico a alguien diciendo que podría ser un nazi, no digo nunca que podría ser un nazi en el sentido más peyorativo de la palabra. Y si yo digo que algo es muy barroco en el sentido más peyorativo, doy a entender que lo considero recargado: pero puedo asegurar a continuación que el barroco es mi estilo preferido.
Somos muchos los gallegos a los que inicialmente nos pareció mal la expresión de Rosa Díez, pero que hemos entendido y aceptado sus aclaraciones, cuando aseguró que ni tiene motivos para minusvalorar u ofender a los gallegos, ni había pretendido ofender a nadie.
Un saludo: Pedro M. L., desde Vigo

storvice dijo...

Hola Carlos, se le han dado mil y una oportunidades por parte de todos los afiliados que nos hemos ido, y mil y una ostias hemos recibido a cambio. El proyecto ya no merece la pena, porque es una apuesta personalista de Rosa Diez, ya no es el partido de los afiliados... y si no mira los resultados de las elecciones territoriales celebradas hasta el momento, en todas ha ganado la candidatura 1 apoyada por el CD. En algun caso como en Valencia en el que esta candidatura estaba liderada por gente desconocida han ganado por un voto, habiendose hecho las elecciones de forma telematica.... Yo paso. Los que os quedais ayá vosotros. Un saludo.