El concejal de UPyD en Getafe, José Luis Morato, el hombre que con su
decisión de abstenerse acabó con 28 años de gobierno del histórico Pedro
Castro, contra todo pronóstico y sin que su formación contase con ello,
presentó ayer su candidatura a dirigir el partido a escala regional.
Las elecciones se celebrarán en ocho días y se terminará así con la
situación de interinidad que se produjo después de que dimitiese Javier
García Núñez y de que una gestora se tuviera que hacer cargo de la
coordinación.
Desde el primer momento sonó el nombre de Manuel Lindo, exconcejal de
IU, como el llamado a ser el coordinador regional. Es lo que suele
conocerse como el candidato oficialista. Además, solo va a haber ocho
días de campaña, lo que obviamente beneficia a quien tenga el apoyo del
aparato. Con Morato en escena, suena también Luisa Auñón, antigua
responsable de organización, como otra posible candidata a hacerse con
el poder del partido.
Morato cuenta como principal baza con la
visibilidad que ha ostentado a raíz de tener en su mano el destino de
una ciudad tan importante en Madrid como Getafe (170.000 habitantes). En
su contra: haber tenido demasiada publicidad personal tras las
elecciones en un partido que presume de cohesión y mando desde las
alturas. Uno de los últimos encuentros de Morato con Rosa Díez, la líder
del partido, que tuvo lugar en el Congreso, fue algo frío, según
cuentan testigos de esa escena.
Para promocionar su candidatura,
Morato abrió en Facebook un grupo en el que agregó a gente del partido.
Es común que los políticos hagan esto para explicar su programa y sus
ideas. Lo que es más raro es que sus compañeros se lo afeen en público.
Una de las primeras de ella fue Rosa Díez (o quien lleve uno de los
perfiles de Rosa Díez). "Te ruego me des de baja de este grupo al que me
has añadido sin mi aprobación", dijo Díez en cuatro ocasiones en menos
de media hora. Varios compañeros de partido hicieron lo mismo. La
comisión electoral del partido le cerró el grupo y le dijo que podría
estar incurriendo en "publicidad engañosa contraria a las reglas que
deben regir el proceso". Visto lo visto, Morato no lo tiene nada fácil.
Fuente: El Pais
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