Los grandes maestros suelen tener
la virtud de clarificar, en pocas palabras, lo que para los demás es un
enmarañado tema hilvanado con confusiones. Uno de esos maestros es el
profesor Jiménez de Parga, ilustre académico de Ciencias Morales y
Políticas, catedrático de Derecho Constitucional y ex presidente del
Tribunal Constitucional español.
Don Manuel ha publicado hoy en El Mundo un escueto artículo titulado «El Estado federal y el Estado autonómico» en el que ha dejado bien claro lo siguiente:
- El Estado federal, heredero de la «Confederación originaria» en Estados Unidos, mantiene entre sus principios básicos el de «la igualdad formal de las comunidades que lo componen».
- Como fruto de ese principio, en la actualidad, en los Estados federales se cumple la regla «la autonomía legislativa de los estados federados», de manera que «poseen competencia para dictar leyes que no son de rango inferior al las leyes de la federación».
- Y cuando se plantean conflictos entre las normas legales, «se resuelven conforme a la distribución de competencias señalada en cada Constitución».
Dice también el profesor Jiménez
de Parga que el anterior no es el caso de España, puesto que nuestra
Constitución sí establece una jerarquía entre las leyes del Estado y las
de las Comunidades Autónomas. En palabras del académico, «en el
artículo 149.3 de la Constitución se afirma:
a) Que las normas del
Estado prevalecerán, en caso de conflicto, sobre las normas de las
comunidades autónomas en todo lo que no esté atribuido a la exclusiva
competencia de éstas;
b) Que el derecho estatal será, en todo caso,
supletorio del derecho de las comunidades autónomas».
Queda claro, entonces, que el
Estado Federal no es compatible con nuestro ordenamiento constitucional,
puesto que —dice Jiménez de Parga— «un Estado federal no suele admitir
la prevalencia del derecho de la federación». Y sentencia: «con nuestra
vigente Constitución, el Estado de las autonomías no es un Estado
federal, ni puede transformarse en tal».
Estas apreciaciones del profesor
Jiménez de Parga viene muy bien para clarificar el carácter
contradictorio del discurso de Rosa Díez. Por una parte, dice defender a
nuestro Estado constitucional, pero por otro ha sentado las bases de su
destrucción en los documentos doctrinales de su partido.
A esta diputada se le suele
llenar la boca de descalificaciones a los demás partidos, singularmente
al PP y al Psoe, en nombre de la defensa de la Constitución. Hace nada
arremetió contra ambos diciendo que habían «expropiado la Constitución y
la democracia» por el hecho de proponer una reforma constitucional para
reforzar el principio de estabilidad presupuestaria. Y podrían citarse
numerosas intervenciones diciendo que ella defiende al Estado para
defender la igualdad de los españoles.
Pero, simultáneamente, tiene en
su programa, formulado en la ponencia política del único congreso que ha
celebrado su partido, el desiderátum de establecer en España un Estado
federal. El mismo Estado federal que, como nos enseña Jiménez de Parga,
es incompatible con la Constitución.
Esto, que puede parecer muy
abstracto, es sin embargo tremendamente práctico. Por ejemplo, en el
Estado Federal de Rosa Díez, el presidente de la Generalidad de Cataluña
estaría justificado al decirle al Tribunal Supremo que no se meta en
sus asuntos y que aplique las leyes catalanas. Y, de paso, los padres
catalanes que quieren que sus hijos sean educados en español, no
tendrían la menor posibilidad de ver acogidas sus aspiraciones en los
órganos jurisdiccionales del Estado. Afortunadamente, el Estado Federal
de Rosa Díez todavía no existe y, por ello, esos padres han podido ver
que el Supremo y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña les dan la
razón.
Rosa Díez es, por tanto, un
caballo de Troya cuyo proyecto político, más que defender nuestro
sistema constitucional y nuestro Estado Autonómico, lo que trata es de
destruirlo. Conviene recordarlo ahora que se acercan las elecciones para
que no ocurra, una vez más, que los electores, encantados por los
demagógicos cantos de sirena de esta diputada, se vean engañados por
ella.
http://mikelbuesa.wordpress.com/2011/09/16/el-profesor-jimenez-de-parga-y-el-estado-federal-de-rosa-diez/
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