Comunicado de los ex militantes de UPyD:
A un año vista del primer Congreso de Unión Progreso y Democracia, los ex afiliados reunidos en Madrid a fecha 20 de noviembre de 2010, nos reafirmamos en los postulados que nos movieron a abandonar la militancia en el partido y hoy queremos hacer público a la sociedad española lo siguiente:
- UPyD es un fraude político. Nació como un proyecto inicialmente renovador y de carácter regenerador, que hoy se ha convertido en un instrumento utilizado exclusivamente para servir a los intereses personales de su portavoz: Rosa Díez.
- La dirección de UPyD, desde la fundación del partido, ha ejercido la persecución del discrepante, ha amputado de manera intencionada todos los cauces de comunicación entre los afiliados y ha actuado de manera caudillista, imponiendo un férreo modelo de organización interno que no coincide con las propuestas regeneradoras que supuestamente se plantean a la sociedad española.
- En UPyD se practica un estilo de toma de decisiones basado en el autoritarismo y en la cooptación, lo que ha propiciado que muchos militantes de toda España hayan optado por arrojar la toalla y abandonar el partido. La formación se encuentra a día de hoy rota en toda España, habiendo perdido miles de militantes en una sangría que continúa hoy con nuevos expedientados.
- El colapso interno del partido tiene también su reflejo en sus propuestas políticas y programáticas, muchas de ellas coyunturales, como el apoyo a algunas causas con fines puramente electorales, y otras insólitas como el “federalismo cooperativo de intensidad media”. UPyD ha suprimido buena parte de sus principios liberales y transversales de su planteamiento político y se limita a reiterar algunas vagas generalidades que no sirven como solución a la grave situación política y económica que vivimos en España.
- En el futuro electoral que se nos presenta creemos que es un ejercicio de responsabilidad poner de manifiesto que el voto a UPyD es el voto a un fraude político, que tras una envoltura y un discurso supuestamente atractivo para muchos, su interior es amargo y falso.
- El tratamiento sancionador dado a quienes defendieron la ponencia contraria al reglamento del Congreso aprobados en marzo del 2009, fue profundamente antidemocrático y contrario a las reglas vigentes tanto en el partido como en la legislación española.
- El resto de los militantes que nos adherimos y solidarizamos con ellos y presentamos posteriormente una candidatura alternativa a la oficial, avalada por Rosa Diez, fuimos laminados e insultados en dicho Congreso, el cual se celebró sin las mínimas garantías democráticas y lejos del clima abierto que cabría esperar de un partido que se presenta como regenerador de la democracia española.
- La preparación y el desarrollo del primer Congreso de UPyD mostró desde el primer momento que asistíamos a un golpe de mano dirigido por el triunvirato que encabeza Rosa Díez, y que en ningún caso se iba a permitir un modelo de partido distinto al previamente diseñado por ellos: una organización con escasos afiliados, despojados de cualquier capacidad democrática de decisión y exclusivamente al dictado de Carlos Martínez Gorriarán, Juan Luis Fabo y Rosa Díez.
- Nuestra dimisión y auto-exclusión en bloque tras el Congreso, la apertura de expedientes a la mayoría de miembros de la candidatura, incluido Valia Merino que la encabezó, vinieron a confirmar que UPyD se había transformado en otro partido y que buscaba otros objetivos completamente distintos de los fundacionales. En la actualidad UPyD apenas cuenta con una militancia exigua y menguante cuya capacidad de acción se encuentra cercenada por la dirección de la formación.
- A día de hoy han fracasado todos los intentos de construcción de una alternativa política regeneradora en España. Con rotundidad y con plena responsabilidad decimos que votar a UPyD es avalar una enorme mentira política.
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